Antes de ver que ocurre con esta pareja, me interesa hacer unas especificaciones sobre que es una terapia familiar.
Se puede afirmar que la terapia familiar se basa en tres supuestos:
- En primer lugar, la consideración que el contexto en que nos hayamos inmersos afecta los procesos internos.
- En segundo lugar, que las modificación en este contexto producen cambios en el individuo;
- y en tercer lugar que la conducta del terapeuta es importante para este cambio.
Estas tres consideraciones son aplicables a diversos contextos: el trabajo, la escuela, los grupos sociales, y la familia. En consecuencia qué intentará hacer un terapeuta familiar: profundizar y trabajar los procesos de comunicación e interacción entre las circunstancias familiares y las personas implicadas en la familia.
El terapeuta familiar tendrá como objetivo el de realizar cambios en la organización familiar para que la experiencia de sus miembros se modifique. Se toma en cuenta el presente familiar pero también se tiene en cuenta el pasado de cada uno de sus miembros. Ya que en toda persona una parte del pasado siempre sobrevive y opera sobre el presente. Cada persona es producto de su pasado. Y su presente, apoya, califica o pone en cuestión su experiencia pasada.
Pero a diferencia de una terapia psicodinámica individual, la terapia familiar actúa sobre el presente, no interpreta el pasado. ¿Qué es una familia desde esta perspectiva? La familia es vista como una unidad social que enfrenta una serie de tareas de desarrollo (Minuchin). Si bien ninguna familia es igual a la otra, y a su vez difieren de una cultura a otra, podemos afirmar que existen características universales. Observamos que en cada etapa familiar, cada familia tiene una serie de tareas:
- Al comienzo del matrimonio, una pareja debe acomodarse mutuamente en un gran número de pequeñas rutinas: para levantarse, para dormir, horarios, lugares, reparto de responsabilidades cotidianas, etc. Las rutinas son una primera forma de organización y formación de un grupo y por ende de la familia
-En este proceso de adaptación, la pareja va construyendo acuerdos, formas en que cada miembro de la pareja, acompaña, controla y estimula al otro en la realización de esas tareas. Se trata de una trama invisible de demandas que van dinamizando a la familia. Son pactos, a veces ni siquiera dichos.
-Otra tarea que debe enfrentar es separarse de cada familia de origen y de negociar una relación diferente con los padres, hermanos y parientes.
-También deben reorganizarse los vínculos exteriores a la familia y el modo en que éstos influyen en la nueva organización familiar.
-Por supuesto que el nacimiento de un hijo señala un cambio en la organización familiar. Todo vuelve a reacomodarse. Los nuevos padres deberán dividir sus tareas para poder afrontar las nuevas responsabilidades que el nuevo rol les demanda. Las fronteras con la familia extensa a dibujarse, permitiendo que abuelos, tíos participen para orientar, apoyar y organizar las nuevas funciones o bien, estas fronteras se hacen más fuertes.
Muchas parejas pueden ir pasando por estas etapas superando más o menos bien los desafíos que cada una plantea. Para otras, en cambio, estas etapas constituyeron situaciones críticas de las que pudieron salir o no. Algunas parejas, más allá que realizaron el ritual de casamiento, no lograron sino hasta mucho más tarde, constituirse como pareja. Algunas estando casadas, no se han casado nunca.
¿Cuándo encontramos parejas cuya vida no ha cambiado significativamente después del matrimonio? Por ejemplo, cuando vemos más de alguna de estas situaciones o similares:
- siguen saliendo con sus amigos con la misma intensidad que cuando eran solteros.
- continúan viviendo en la casa de sus padres o dependen económicamente de ellos.
- intentan aplicar los mismos códigos que aprendieron en sus familias de origen, sin intentar construir nuevas formas que no sean exclusivamente las de uno, las del otro, sino las suyas.
- No pueden asumir las rutinas básicas de una organización Cuando uno de los integrantes de la pareja realiza estos cambios y el otro no, surge un desajuste que es importante solucionar, para que “el casamiento” se produzca. De lo contrario, nunca lo estarán....
A esta altura los invito a preguntarse cómo creen que puede irles, cómo les fue a vuestras familias de origen, y cómo les fue en vuestra aventura de organizar la estructura de la familia que han formado. ¿Sienten que sus vidas han cambiado antes y después de vivir en pareja? ¿Han podido armar un espacio propio, saliendo del hogar parental? ¿Pudieron emanciparse económicamente de ellos? ¿Han podido acordar normas propias, que les permita decir” nosotros no lo hacemos ni como mis padres, ni como sus padres, sino como nosotros queremos hacer determinadas cosas”? ¿Han conseguido organizar las tareas propias rutinarias de un hogar, sintiendo que ambos se hacen cargo de las mismas? Si creen que a la mayoría de estas preguntas pueden contestar satisfactoriamente, en hora buena! Habéis conseguido casaos!
Si ninguna de ellas les supuso un problema, venid a la consulta,quiero conoceros porque sois medios marcianos!! Ya que a todos nos ha costado bastante dolores de cabeza pasar esa etapa. Y si no podéis con ella, un terapeuta que trabaje estas dinámicas puede ayudarlos para que puedan vivirla como una etapa de crecimiento vital.
Roxana Antonia Apollonio Cabrera Licenciada en Psicología
Noviembre 2010
Bibliografía de referencia:
-Salvador Minuchin: Familia y terapia familiar (Edit. Gesida,4ta edic 2003)
-Giovanni Guareschi: My home sweet home (New York, 1966)
